El pequeño pueblo de Zuheros divisa el valle del Guadalquivir tapizado de olivares. Análogamente, el castillo de la localidad se ubica en un saliente rocoso por encima del pueblo, protegiéndolo desde una posición privilegiada. Al igual que Zuheros al Guadalquivir, y que el Castillo a Zuheros, la parcela (cuarto elemento) se halla en el entorno de la Cueva de los Murciélagos, con vistas al mismo pueblo, su castillo y el rio.

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Tal y como los árabes hicieron para el castilo, el proyecto se deja caer sobre un zócalo de piedra existente. Desde la calle, el visitante atraviesa una pasarela que domina la vegetación en un nivel inferior. Enfrente, un simple portón enmarcado en la sección tipológica de la zona: volumen a dos aguas enfoscado a la cal. Pasando este umbral, el visitante entra en la zona de cafetería que, a doble altura, domina el paisaje a traves de un gran ventanal. La sección desciende, como respuesta al terreno, en dirección al pueblo y su valle.

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Se trata de un volumen primario y de la zona que, a través de su posicionamiento estratégico en la construcción existente y de su definida sección interior, genera una imagen exterior contundente y representativa y una espacialidad interior sugerente. La edificación forma un último punto en la sucesión de escalas: Valle + Zuheros + Castillo.